Adam and Lidice (2096839)
Dear Expectant Mother,
Having seen adoption within our own extended family, we know it is not something to be taken lightly. We deeply appreciate that you are choosing to give the gift of life to your little one and that you want the best for them. Although we do not know the circumstances you may be facing, we do know that God has a plan for your life and for your child's life.
We are Lidice and Adam. We met while serving as missionaries in Mexico City. Adam didn't speak much Spanish at the time, but we still managed to connect, and after returning to our respective countries, we began talking on the phone for hours each day. We fell in love as we recognized the shared love for our missionary service.
For almost our entire lives, we have dreamed of having a family. Shortly after getting married, we realized that we could not have biological children, and despite fertility treatments, we were unsuccessful. For many years, we have talked about adopting, and recently we felt a confirmation that this is how God wants us to build our family.
We live in a town in South Carolina, near the mountains and not too far from the beach. We love where we live because it is a community full of families. There is a park very close to our home where we love to go for walks together; there are always many children playing. We have dreamed of taking our children there. It is a quiet and safe place.
We know that the greatest happiness in life is found in following Christ, and we want our children to know this as well. We are part of a church where we have found a supportive community with many other families. We frequently gather for activities with them.
Both of us come from large, close-knit families that gather often. They have shown us a lot of support in our adoption journey. Adam's family lives near us in the southeastern United States. Lidice's family lives a bit farther away, mostly in the Dominican Republic, where we like to visit every year. We want our children to be very close to their cousins and to know and enjoy the culture of both sides of their family.
We are happy and grateful that you have taken the time to get to know us a little. We want to leave you with a promise: if you choose us to be the parents of your precious child, we will care for them, protect them, and love them with all our hearts. They will be our first priority and the greatest gift from God in our lives.
Apreciada Madre Expectante,
Habiendo visto la adopción en nuestra propia familia extendida, sabemos que no es algo que deba tomarse a la ligera. Apreciamos profundamente que estés eligiendo dar el regalo de la vida a tu pequeño y que quieras lo mejor para él. Aunque no conocemos las circunstancias que puedas estar enfrentando, sabemos que Dios tiene un plan para tu vida y para la vida de tu hijo.
Somos Lidice y Adam. Nos conocimos mientras servíamos como misioneros en la Ciudad de México. Adam no hablaba mucho español en ese momento, pero aun así logramos conectarnos, y después de regresar a nuestros respectivos países, comenzamos a hablar por teléfono durante horas cada día. Nos enamoramos al reconocer el amor compartido por nuestro servicio misional.
Durante casi toda nuestra vida, hemos soñado con tener una familia. Poco después de casarnos, nos dimos cuenta de que no podíamos tener hijos biológicos, y a pesar de los tratamientos de fertilidad, no tuvimos éxito. Durante muchos años, hemos hablado sobre la adopción, y recientemente sentimos la confirmación de que así es como Dios quiere que construyamos nuestra familia.
Vivimos en un pueblo en Carolina del Sur, cerca de las montañas y no muy lejos de la playa. Nos encanta donde vivimos porque es una comunidad llena de familias. Hay un parque muy cerca de nuestra casa donde nos encanta ir a caminar juntos; siempre hay muchos niños jugando. Hemos soñado con llevar a nuestros hijos allí. Es un lugar tranquilo y seguro.
Sabemos que la mayor felicidad en la vida se encuentra al seguir a Cristo, y queremos que nuestros hijos también lo sepan. Somos parte de una iglesia donde hemos encontrado una comunidad de apoyo con muchas otras familias. Nos reunimos frecuentemente para actividades con ellos.
Ambos venimos de familias grandes y unidas que se reúnen a menudo. Nos han mostrado mucho apoyo en nuestro camino de adopción. La familia de Adam vive cerca de nosotros en el sureste de los Estados Unidos. La familia de Lidice vive un poco más lejos, principalmente en la República Dominicana, donde nos gusta visitar cada año. Queremos que nuestros hijos estén muy cerca de sus primos y conozcan y disfruten la cultura de ambos lados de su familia.
Estamos felices y agradecidos de que te hayas tomado el tiempo para conocernos un poco. Queremos dejarte con una promesa: si nos eliges para ser los padres de tu preciado hijo, lo cuidaremos, protegeremos y amaremos con todo nuestro corazón. Será nuestra primera prioridad y el mayor regalo de Dios en nuestras vidas.
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